El estado de Chihuahua cuenta con varios recursos naturales y zonas arqueológicas, que debes visitar en este espacio te presentaremos algunas bellezas naturales que te van a dejar maravillado.
Cañón del Pegüis
El imponente Cañón del Pegüis está ubicado poco antes de Ojinaga, Chihuahua. Una zona con poca historia escaladora, o si la hay es desconocida. Cuenta con paredes de caliza de hasta 200 mts de altura, algunas de ellas teniendo base en el río Conchos, otras con repisas para su ascenso. El lugar aparte de contar con paredes enormes para ruta, cuenta también con una gran extensión de boulders a lo largo de todo el cañón. Hay que tomar una canoa, para poder escalar en ellos.
La mejor temporada para el Cañón del Pegüis es entre Abril hasta Octubre, se podría decir que las tres temporadas a excepción de invierno, por las bajas temperaturas.
No se recomienda tampoco ir mucho en pleno verano, pues el calor y los moscos se vuelven insoportables. El Cañón del Pegüis es uno de los cañones emblemáticos de la zona desértica chihuahuense, siendo famoso entre turistas por su imponente mirador.
Barrancas del Cobre
se le llama a una red de enormes cañones que conforman la parte más abrupta de la Sierra Tarahumara. Entre las barrancas más importantes que aquí encontramos (entre paréntesis se anota su profundidad en metros) podemos citar a la de Urique (1 879), la de Sinforosa (1 830), la de Batopilas (1 800), la de Candameña (1 750), la del río Mayo (1 680), la de Huápoca (1 620), la de Chínipas (1 600), la del Septentrión (1 600) y la de Oteros (1 520), y esto sólo por citar las más hondas, las que rebasan al famoso Cañón del Colorado. El sistema debe su nombre a la Barranca del Cobre, un ramal de la Barranca de Urique que alcanza los 1 300 metros de hondura, y que se hizo notorio por sus minas de cobre. Estos desniveles tan marcados propician una variedad climática importante. Se ha dado el caso de que mientras está nevando en las mesetas altas de las barrancas, en sus profundidades, donde corren los ríos, hace bastante calor.
Cusárare
Localizada a unos 25 kilómetros de Creel, esta belleza natural de México es impresionante. La comunidad del mismo nombre que la cascada ofrece algunas caminatas para llevar y sorprenderte con a maravillosa cascada de Cusárare.
La cascada es una caída de aproximadamente 30 metros y es sin lugar a dudas una de las más hermosos de México.
Rodeada de pinos y bosque hacen de tu visita algo mágico, como salida de un cuento de hadas, su caída enamora los ojos del más exigente de los visitantes.
Su nombre viene de del Rarámuri y significa “Las aguilillas”.
La puedes visitar en cualquier época del año pero la verdad su etapa más bella son los meses de julio a septiembre, esto debido a que el río tiene mayor agua y hace la vista aún más espectacular.
Si vas a visitar este belleza natural de México que se encuentra en la sierra Tarahumara es una muy buena opción hacerlo con ropa y calzado muy cómodo, ya que aunque su acceso es sencillo no deja de ser algo cansado.
Desierto de Samalayuca
Apenas a medio centenar de kilómetros al sur de Ciudad Juárez se encuentran un sitio a la vez inhóspito y fascinante. Uno se acerca a él por la Carretera Panamericana a través de la inconmensurable planicie chihuahuense. Sea que el viajero inicie el recorrido desde el norte o desde el sur, la llanura recubierta de arbustos chaparros o pastizales amarillentos moteados de ganado hereford “cara-blanca” se transforma paulatinamente en colonias de un homogéneo tono beige. Las líneas horizontales del terreno plano dan paso a curvas suaves, al tiempo que la escasa vegetación termina por desaparecer. Los signos habituales de la tierra norteña mexicana, pobre pero viva, se disuelven en una panorámica tan desolada que más bien se antoja marciana. Y entonces surge la imagen clásica del desierto, el espectáculo majestuoso e inmenso como de mar paralizado en olas de arena: los médanos de Samalayuca.